Investigadores de la Universidad de la Salud de Utah en Salt Lake City (EEUU) han descubierto una proteína cuya inhibición detiene la progresión de la retinopatía diabética y, a consecuencia de ello, un compuesto molecular que han bautizado con el nombre de NAV-2729, capaz de inhibir dicha proteína y, por lo tanto, frenar la progresión de esta enfermedad que afecta a unos 115 millones de personas en todo el mundo y que constituye la principal causa de ceguera legal en personas de edad inferior a 50 años en los países desarrollados.